miércoles, 23 de noviembre de 2011




El Ejercicio físico en niños y adolescentes.

En el niño y en el adolescente, el ejercicio físico practicado regularmente es una herramienta de primer orden en la prevención de muchas enfermedades que se manifiestan generalmente muchos años después, como la obesidad y la osteoporosis, y también ayuda en la prevención de hábitos de vida poco saludables, como el consumo de drogas. Vayamos por partes …

"Pero si los niños ya hacen suficiente ejercicio de forma espontánea…"
En estos momentos, la imagen que percibe la población en general es que el estilo de vida sedentario está incluso más extendido entre los niños que entre los adultos. Efectivamente, las estadísticas confirman que cada vez son más los niños que ocupan su tiempo libre en actividades sedentarias, como ver televisión, jugar con videojuegos, etc. Es decir, es responsabilidad de padres y educadores inculcar en el niño la idea de que el ejercicio físico practicado regularmente como una actividad de ocio y tiempo libre es un hábito necesario, saludable y divertido.

PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS

Está demostrado que los niños que practican un deporte presentan índices de consumo de las tres drogas más consumidas en nuestra sociedad (el tabaco, el alcohol y el cannabis) significativamente inferiores a los de niños sedentarios. Lo mismo sucede con el resto de drogas como cocaína, heroína, anfetaminas, hipnóticos, tranquilizantes… Este menor contacto con estas sustancias está estrechamente asociado con el tipo de deporte practicado (menor consumo en los niños federados en deportes de tipo individual como atletismo o natación), con la edad de comienzo en la práctica deportiva (menor consumo en niños que practican un deporte desde antes de los 14 años) y con las horas de entrenamiento semanal (a más horas de entrenamiento, menor contacto con las sustancias referidas). Es decir, si estudiamos un grupo de jóvenes 18-20 años que entrenan 12 horas semanales, probablemente encontraremos que nunca han tenido contacto con la cocaína, con los alucinógenos y con el cannabis, y que no fuman ni beben alcohol o lo hacen en una proporción muy inferior a lo que acostumbran los jóvenes de su mismo edad y condición social que no hacen deporte. Por el contrario, un joven que juega, por ejemplo, a baloncesto pero que generalmente no entrena o apenas entrena 1 ó 2 horas por semana, probablemente se diferenciará poco de los jóvenes sedentarios. Por lo tanto, tratándose de la prevención del consumo de drogas, mejor que el niño se comprometa más con un deporte que le guste.

PREVENCIÓN DE LA OBESIDAD Y DE LAS ENFERMEDADES ASOCIADAS A ELLA (ENFERMEDAD CORONARIA, DIABETES MELLITUS TIPO II...)

Los padres tienen que ser conscientes de que durante la niñez comienzan a gestarse las enfermedades del corazón (la enfermedad coronaria) o la diabetes mellitus tipo II que se manifestarán, generalmente, en la edad adulta. Vayamos por partes…
- La enfermedad coronaria: es el resultado del estrechamiento de estas arterias por la arteriosclerosis. Diferentes estudios realizados en niños y adolescentes han encontrado:
1. Que la arteriosclerosis comienza a desarrollarse ya en los primeros años de la vida.
2. Que los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la enfermedad coronaria (obesidad, sedentarismo, colesterol elevado,…) pueden ser ya identificados en los primeros años de la vida de una persona.
3. Que los niños obesos, sedentarios,… probablemente serán obesos, sedentarios,… cuando sean adultos.
4. Que es razonable pensar que si se consiguiera disminuir el nivel de los factores de riesgo en la niñez y adolescencia (niños más deportistas, más delgados, no fumadores,…), unas edades donde todavía no se han desarrollado los cambios degenerativos irreversibles de la enfermedad coronaria, se podría reducir notablemente la elevada tasa de mortalidad debida a esta enfermedad.
En un estudio realizado recientemente en Navarra, se observó que uno de cada cuatro niños navarros tenían algún factor de riesgo de enfermedad cardiovascular; siendo los más frecuentes el colesterol elevado, la hipertensión arterial y la obesidad.
-La diabetes mellitus tipo II: esta enfermedad habitualmente se manifiesta a partir de la cuarta década de la vida de una persona. Sin embargo, el incremento en los índices de obesidad infantil de los países desarrollados ha hecho que en estos momentos se esté diagnosticando esta enfermedad en niños y adolescentes.

¿Cuánto ejercicio debería realizar un niño sano para prevenir la obesidad?
Desgraciadamente no conocemos qué cantidad de actividad física diaria protege contra la obesidad. Un niño engorda cuando la mayor parte de los días come más calorías de las que quema; por ejemplo, le gusta comer "chucherías" que le aportan un buen número de calorías extras, y sus pasatiempos favoritos son ver televisión y jugar con los videojuegos, actividades que gastan muy pocas calorías. ¿Qué hacer para evitar el sobrepeso en este niño?: reducir drásticamente las "chucherías", lo que unido a una actividad física diaria extra harán que su peso permanezca estable. Los niños que participan de un modo más comprometido en un deporte tienen menos grasa corporal que los niños de su misma edad sedentarios. Por lo tanto, el cuidado de los alimentos que toma un niño cada día será tan importante como el ejercicio que realiza.
Respecto de la cantidad de ejercicio, por el momento apoyémonos en las recomendaciones de diferentes organismos relacionados con la salud que señalan que los niños y adultos deberían acumular por lo menos 30 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada la mayor parte de los días y, si es posible, mejor todos los días de la semana. ¿Qué es una actividad física aeróbica de intensidad moderada?: todo ejercicio físico (caminar, trotar, correr, nadar, montar en bicicleta,…) realizado a una intensidad que haga trabajar al corazón en un rango de pulsaciones comprendido entre el 55 y el 85% de la frecuencia cardiaca máxima. Por ejemplo: Un niño de 15 años tiene un pulso máximo teórico de 205 latidos por minuto (se calcula restando a 220 la edad). Una actividad física que haga trabajar al corazón, durante media hora, en un rango de pulsaciones que oscilen entre 113 y 174 sería el ejercicio diario, mínimo, recomendado. No obstante, esta persona puede obtener más beneficios para la salud si añade diariamente más minutos de ejercicio moderado o si incluye ejercicio físico algo más intenso.

Para un niño sano, ¿caminar es suficiente para lograr este objetivo de media hora diaria de ejercicio de intensidad moderada?
No. Para un niño sano caminar en llano es insuficiente, su corazón generalmente no llega a trabajar a las pulsaciones necesarias. Otra cosa es cuando se camina en un terreno irregular, con cuestas, o cuando se hace montañismo.

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